Hace unos días, junto a mi familia, estuve en una de mis ciudades favoritas: Granada. Pasear por sus calles, siempre es un placer, aunque la lluvia no cese. A la canción le cambiaría una palabra y diría; Granada tiene un color especial.
La primera vez que estuve, tenía 13 años y viajaba junto a mis compañeros de colegio. Visitamos la Alhambra, de la cual conservo varias fotos hechas con mi Kodak Instamatic. No había vuelto a entrar, sólo había paseado por fuera. Esta vez la visitamos de cabo a rabo y sólo me queda decir una cosa: es todo una experiencia y todo el mundo debería visitarla aunque fuera una vez en su vida.